Etiqueta

 

NORMAS DE ETIQUETA


SON LAS REGLAS DE COMPORTAMIENTO QUE DEBEN OBSERVARSE CUANDO SE HAGAN ARTES MARCIALES TRADICIONALES QUE SON PREDOMINANTES EN NUESTRA ORGANIZACIÓN;


MODALES PROTOCOLARES EN EL ENTRENAMIENTO TRADICIONAL

 

 

CAPITULO I: ¿QUÉ ES SER SENSEI DE ARTES MARCIALES?

 

Es una responsabilidad que no se puede tomar a lo ligero. El Sensei debe mantener los estándares más altos para él mismo tal como para sus alumnos, de acuerdo con el uso tradicional del término Sensei en relación con las artes marciales, tiene un significado aún más profundo al discípulo de un arte que lo que tiene para la gente no asociada con las artes marciales. La relación entre:Sensei y seito (maestro y alumno) es mucho más formal en las artes marciales que la que tiene en las aulas modernas. No le toca al alumno decidir cuál será su curso o metodología de estudio. Más bien, el Sensei controla el ambiente total. Las artes marciales siguen un sistema militar, es un Arte de La Guerra. Se otorgan rangos y se rige desde arriba para abajo, no de abajo hacia arriba. El Sensei parece más bien un General para sus alumnos en forma de instructor (vea: libro Secretos de los Samurai página 160-187.)

Si el Sensei, es un Sensei tradicional y desea que sus alumnos aprendan las técnicas bien, mantiene estrictamente la relación de Sensei y Alumno. Puede ser tan serio como vida o muerte en algún futuro. Por ejemplo, en lo que tiene que ver con caídas, si el Sensei no insiste en que el alumno aprenda bien como caer debido a un sentido falso de compasión por la comodidad del alumno puede ser que esté contribuyendo a la posibilidad de que el alumno se lastime o aún que muera. Una caída mal ejecutada en una situación real puede de una herida seria o la muerte de un individuo.

Muchos alumnos sinceros de artes marciales disfrutan de una relación estimulante y amigable con su Sensei. Es una cosa muy buena si se desarrolla. Sin embargo, no es necesario que haya una relación tan íntima entre Sensei y estudiante para que progrese el alumno. Las clases no se enseñan por amistad ni por dinero. Si la enseñanza está motivada por dinero o por amistad, la instrucción puede ser incorrecta.

Las amistades deben quedarse fuera. Si el Sensei trata de ser amigo de sus alumnos, puede ser que le diga que está haciendo bien cuando, en verdad, no es cierto. Por hacer un esfuerzo de no lastimar los sentimientos, puede darle al alumno una impresión falsa de seguridad. Esto no le ayuda al alumno, más le expone a peligros muy serios. Debe ser obvio que, si el maestro enseña solo por dinero, la escuela sufre. El dinero no es motivación suficiente ni apropiado para un Sensei. Si, por ejemplo, un alumno contribuya mucho dinero al dojo, puede ser que el Sensei le trate en una forma distinta al trato que da a otro que no tiene las mismas posibilidades de contribuir. En cualquier caso, el Sensei se encuentra mal motivado. Puede ser que trate bien y da privilegios a él que contribuye más mientras el más pobre es el alumno superior. En este sentido, el dinero ofusca la verdad. La motivación correcta para enseñar es por el amor al Arte. El maestro debe ser motivado por un deseo sincero de impartir su conocimiento al alumno. El dinero y las amistades y toda cuestión relacionada deben quedarse fuera del dojo. Entramos el dojo para aprender el Camino del Universo que trasciende toda otra cuestión. Además, el Sensei no debe saber si alguien ha pagado su cuota o no. Los alumnos más avanzados deben encargarse de este asunto. Sin embargo, el Sensei debe decidir cuando hay que hacer una excepción; por ejemplo, en el caso de un alumno muy fiel que no puede pagar a tiempo.

 

CAPITULO II: REGLAS CON EL SENSEI TRADICIONAL DE ARTES MARCIALES

La gente no entiende el significado de Sensei. Sin un Sensei efectivo y fuerte, el dojo no puede prosperar. Es como un barco sin capitán, naufraga debido a que no tiene quien lo guie. Hemos observado dojos sin Sensei rige la confusión y no hay progreso. Déjame decirlo aquí; el dojo no es una democracia. Debe haber una autoridad central típicos en la tradición China y Japonesa. En la mayoría de los casos, hay un solo Sensei. Es el jefe. Es LA AUTORIDAD. Hay una expresión en inglés; "Hay demasiados jefes y muy pocos indios." El significado debe ser claro. El dojo necesita una autoridad central.

Sensei significa en japonés; llegar antes o nacer antes. Así, debemos tratar con el Sensei como trataríamos un verdadero Maestro; es decir como una persona merecedora de copiarse y escucharle con el respeto más profundo. La forma apropiada de hablar con el Sensei es con la palabra Sensei. No estaría de acuerdo con la política del dojo hablarle con su nombre. Otra cosa, no se acepta. Dentro o fuera del dojo, debes decir al Sensei.

Vamos a hablar sobre el tema de cómo tratar con el Sensei en una forma bien ordenada empezando con la llegada del alumno al dojo. Cuando entras al dojo, haz una reverencia parada (ritsurei) hacia el Sensei. Debes hacer el ritsurei más profundamente y mantener la posición uno o dos segundos más que el Sensei. Luego haz una reverencia sentada (zarei) hacia el shomen. De ahí, te paras y vas al vestidor para mudar la ropa. Después de salir del vestidor, entra el tatami y empieza a hacer los calentamientos. Si meditas antes de la clase, haz esto en un rincón donde no serás estorbo a otros. Haz conciencia del Sensei y cuando él se sienta, haz fila (o filas) en orden de rango y prepárate para el comienzo de la clase.

La distancia apropiada entre los alumnos es equivalente a una distancia en que, con las manos sobre las caderas, los codos (extendidos) tocan. No hay que estar más cerca ni más separado. Si la fila es demasiada larga para el tatami, los alumnos deben formar otra detrás de la primera a una distancia equivalente de dos personas sentadas entre la línea de enfrente y la de atrás. Haz conciencia, no se dará aviso de cuando el Sensei va a comenzar la clase. Estés atento.

Al comenzar la clase el Sensei puede hacer algunos anuncios o puede empezar con los calentamientos que son la norma en el dojo. Trata de mantenerte al tanto con los otros alumnos en la clase. Si no entiendes cómo hacer un ejercicio, uno de los alumnos más avanzados o el Sensei te ayuda. Lo más importante es de no distraer la clase por medio de actuar en una manera frustrada o por medio de hacer sonidos y comentarios fuertes o groseros.

Después de concluir los calentamientos haz fila de nuevo. En este momento no es tan importante hacer fila en orden de rango. Normalmente esto se hace otra vez al final de la clase. Observa la costumbre del dojo. Siéntate en seiza. Es falta de respeto quedar parado mientras el Sensei habla o cuando demuestra una técnica. Estar sentado en seiza indica que prestas atención. Esta regla aplica siempre que hable el Sensei. Deja de hablar inmediatamente y siéntate en seiza (a menos que el Sensei te diga que permanezcas parado.)

En la clase de espada, varía la regla. Cuando habla el Sensei hay que quedarte parado, pero con el mismo respeto y con tu espada en su vaina. No te sientes a menos que te lo diga el Sensei.

Cuando termina el Sensei de platicar o demostrar una técnica, haz reverencia (zarei), párate y continúa con la practica. Cuando el Sensei empieza a hablar con la clase entera, siéntate inmediatamente y escucha bien lo que diga. No obligues al Sensei esperar hasta que termines lo que haces. Si la plática o la demostración no son para toda la clase sino para otra pareja, sigue con la práctica.

Si durante la práctica el Sensei viene a hablar contigo, deja de hacer cualquier cosa y hazle caso al Sensei. Escucha lo que te diga y trata de entender lo que te enseña. Haz preguntas apropiadas. Cuando termina, tú y tu compañero deben hacerle la reverencia (ritusurei) y decir, Domo arigato gozaimashita y continúa con la práctica.

Hazte seguro de que, si el Sensei te ha enseñado algo (la persona específica quien recibió la enseñanza), que apliques su enseñanza inmediatamente. Es decir que hay que hacer la técnica dos veces en cada lado. Esto aplica sin importar a quién le tocaba tomar su turno. La persona que recibe la técnica debe poner en práctica la nueva enseñanza. Si solamente digas gracias y continúas sin poner en práctica lo que se te ha enseñado, parece que no te importa lo que te ha enseñado el Sensei y no sacas provecho de la enseñanza personal que has recibido.

Al terminar la clase, fórmense en orden de rango otra vez. El Sensei puede hacer algunos comentarios finales y preguntar si hay comentarios u otros anuncios. Si tengas algo que decir, hazlo en forma conciso y breve. No usas este tiempo como oportunidad de dominar la clase. Cuando el Sensei concluye la clase, haz zarei y di: “Domo arigato gozaimashita”.

Nunca discutas con Sensei en la clase o fuera de la clase. Puede ser que pienses que has ganado pero esto puede perjudicar tu progreso. ¿Por qué? Porque le pueda parecer al Sensei que no eres receptivo a sus enseñanzas. Es probable que el Sensei no discuta. Es aún más probable que deje de hacerte caso o simplemente puede invitarte a renunciar.

El Sensei se preocupa con el progreso de todos los alumnos. El Sensei siempre debe trata de explicar bien lo que enseña. Sin embargo, no es siempre posible explicarte todo. Con el tiempo y con más práctica, entenderás.

En cuanto a las técnicas y la filosofía de las artes marciales, hay que darte cuenta de que es una cultura diferente. Vienes al dojo con el deseo de aprender. Las técnicas de las artes marciales son variadas y, a veces, complicadas. Tienes que esforzarte entender y dominar la técnica tal y como se te enseña el Sensei. Las técnicas nunca están enseñadas como si fueran la única respuesta a dado ataque. Cada técnica es una posibilidad. Pero, sólo por entender una técnica puedes entender y aplicar la totalidad de lo que es el arte marcial.

En la cultura moderna, se pone mucho valor en la idea de hacer lo que quieras. Esta actitud NO se valora en el dojo. Se supone que vienes a aprender otra forma de pensar y actuar. Es mejor mantener silencio y hacer un esfuerzo de incorporar esta nueva forma de pensar en tu vida. Puede ser la idea que cambia tu vida.

Siempre existe la opción de renunciar y buscar un Sensei o dojo que te agrade más. Una demostración tiene el propósito de demostrar en su forma más perfecta la técnica. Es una oportunidad de mostrar la técnica en su forma más prístina. Es un esfuerzo cooperativo. No es el tiempo apropiado de probar al Sensei. Es una vergüenza tratar de resistir o hacerle parecer mal al Sensei. Si resistes o le obligues a cambiar la técnica, puedes salir avergonzado o lastimado. El propósito de practicar artes marciales es de ayudarte a ser lo mejor que puedas ser y el Sensei está allí para apoyarte en el esfuerzo. No puedes ganar nada por medio de retarle al Sensei.

 

CAPITULO III: PROTOCOLO DE PRACTICAS EN DOJO

Cuesta años de estudio asiduo y esfuerzo sincero recibir el título de Sensei y esto merece mucho respeto. Si el Sensei no está presente, el alumno más avanzado iniciará la clase y la conducirá hasta que llegue el Sensei. Si ya hay otros arreglos, la clase se conducirá de acuerdo con éstas. Cuando llega el Sensei, el alumno encargado le pasa la clase. Acuérdate, enseñar es un privilegio, no es un derecho. Hay que sentir honrado que el Sensei te tenga la confianza para dejar que conduzcas la clase.

El alumno debe enseñar precisamente como lo haría el Sensei, incluso iniciando la clase desde el frente (shomen). Los demás alumnos deben tratar con esta persona como si fuera el Sensei. Tampoco es el tiempo apropiado tratar de "corregir" lo que cree que son las flaquezas del Sensei. El Sensei está enseñando y tiene razón, enseña las técnicas de acuerdo con las necesidades y exigencias de los alumnos, pero en el estilo del Sensei.

La práctica de las artes marciales es divertida. Las clases son estimulantes y los alumnos casi siempre sonríen. Es común que los Sensei hagan cuentos y chistes. Pero, hay una diferencia entre buen humor y ser vulgar o grosero. Por favor no le cuentes al Sensei ni a los otros alumnos en el dojo cuentos extraños o cosas groseras. Tales cosas no son apropiadas en el dojo y no son dignas de tu relación con el Sensei.

Aviso: Si el Sensei no te ve o por algún otro motivo no te regresa la reverencia, puedes continuar con tu rutina. Acuérdate, es un régimen jerárquico, no es una democracia. También es necesario reconocer cualquier otro Sensei, cinta negra u otro alumno con rango más alto que el tuyo.

Si un Sensei entra el dojo antes, durante o después de la clase, el alumno que le vea primero debe decir, "¡Sensei ni!"

Otro aviso: Aunque es la costumbre local, no es necesario apretar la mano del Sensei ni de los otros alumnos cuando entras o sales del dojo. En un sentido cultural, en el dojo, la única forma necesaria de saludar es con la reverencia. No te ofendas por la falta de esta forma de saludar con apretada de la mano. Es la costumbre del dojo. Después, si hay un tiempo apropiado, puedes apretarle la mano al Sensei o a los otros alumnos.

Una cosa más: Si el Sensei está platicando con otro alumno o otra persona, por favor mantén una distancia apropiada (o sea, una distancia en que no puedes escuchar la conversación.) Hay un dicho, "Él que escuche una conversación ajena nunca escucha nada bien de sí mismo". Sé sensible en lo que toca a conversaciones privadas. Si es absolutamente necesario hablar con el Sensei, quédate parado a una distancia apropiada y hazle saber al Sensei que necesitas hablar con él. Por favor mantén tu distancia y él te atenderá cuando pueda. No interrumpas una conversación si no es necesario. Si es una emergencia, sé más insistente.

 

CAPITULO IV: UNA TAZA VACÍA

Existe la historia de un joven príncipe quien fue a visitar un viejo maestro de Zen porque quiso saber cómo ser iluminado. El joven señor era impulsivo, testarudo y arrogante. Su pedido al viejo maestro fue más demanda que pedido.

Al ver esto, el maestro le invitó al joven a tomar té. Con mucha ceremonia preparó el té y empezó a servirle al joven. De acuerdo con la costumbre, el joven alzó su copa para aceptar el té. Mientras el maestro le echaba té empezó a desbordarse de la copa mojando la mesa y la ropa del joven. Pero, siguió echándole el té.

El joven se molestó mucho. Se levantó, y tiró su copa a un lado acusando el maestro de ser nada más un viejo idiota mientras sacaba su espada para matarlo. El maestro tranquilamente se puso de pie y dijo al joven, "Vienes en búsqueda de iluminación. Es una cosa loable. El problema es que eres como la copa. Ya estás lleno. Si ya estás lleno, ¿cómo puedo echarte más? Regresa cuando ya estás vacío".

¿Tu eres una Taza vacía?

Al terminar la clase, mientras el Sensei quita su Gi, siéntate delante de él y espera. Aún fuera del dojo debes tratar al Sensei con mucho respeto. Es cierto que solo es hombre, pero, si realmente es maestro, su arte no termina cuando sale del tatami. En cambio, se incorpora en su vida diaria. La lección no termina.

 

CAPITULO V: QUE TAN IMPORTANTE ERA EN LA ANTIGÜEDAD LA ETIQUETA

Hoy, la palabra ETIQUETA significa “orden de presencia, ceremonial y costumbres en una corte, en una recepción oficial”. La etiqueta en las artes marciales japonesas es fundamental en el aprendizaje de estas mismas. Es parte constituyente del camino emprendido de principio a fin por el estudiante, y que sea karate, kendo, o aikido, no debería tomarse a la ligera.

En el Japón feudal de samuráis, emperadores, damyos, ninjas y otros protagonistas, la etiqueta era cuestión de vida o muerte. Un saludo mal hecho, un olvido respecto al porte de las armas, o bien aún, un tono de voz mal empleado y era la muerte asegurada o lo peor, la perdida de estima como mínimo. Después de siglos de guerras abiertas entre diferentes clanes (periodo aproximado extendiéndose del siglo XI a principios del siglo XVII), arribo el reino de la familia Tokugawa a partir de 1608, llegó un periodo de paz (unos la califican de paz tokugawa ) en el cual muchos bushis se quedaron sin empleo, y peor aún, sin utilidad directa para sus clanes ni para la sociedad en general.

Para evitar cualquier conflicto entre ellos mismos se instalaron códigos y costumbres que evitarían ofensas y dictarían comportamientos. Se pudiera comparar a un tipo de leyes implícitas permitiendo el desarrollo de relaciones entre individuos con un pasado cargado en guerras, complots, matanzas, y técnicas de muerte.

Es importante recordar que estos códigos que mencionamos, no fueron creados del día a la noche. Fueron más bien la consecuencia de años de vida en un clan, en una corte o en un campo de batalla. Viene la época de paz, y se acentúan estos códigos de comportamiento, de etiqueta.

 

CAPITULO VI: NORMAS TRADICIONALES CREADAS POR EL PADRE DEL KARATE MODERNO

 

  1. Perfección de la Personalidad y Carácter.
  2. Rectitud en todo momento de la vida.
  3. Constancia y esfuerzo, practicar Artes Marciales con regularidad y esforzarse por ese objetivo.
  4. Respeto al Sensei y a sus compañeros.
  5. Control de Impulsos en todo momento.



  

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ADVERTENCIA IMPORTANTE: EN EL CASO DE NO APEGARTE A LAS REGLAS MENCIONADAS LA CONCLUSION EN UNA SOLA:

SERÁS BORRADO